El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, destacó esta mañana en la inauguración del Colegio Público “Nuestra Señora de Fátima” en Alhambra (Ciudad Real) la calidad del sistema educativo de nuestra Región, una calidad que se pone de manifiesto con indicadores tan relevantes como el número de alumnos por aula.

“Ni en Suecia ni en Finlandia hay una relación entre profesor y número de alumnos como aquí, y una ratio que tenemos en Alhambra no existe ni en las sociedades escandinavas más desarrolladas”, subrayó.

Para Barreda, esta ratio tan baja ofrece ventajas como la cercanía entre profesores y alumnos y que padres y maestros puedan mantener una relación más estrecha que redunde en beneficio de nuestros niños y jóvenes, ya que “su educación compete al conjunto de la sociedad”, recordó.

El presidente de Castilla-La Mancha señaló que el avance que ha experimentado la calidad de nuestra enseñanza ha sido posible gracias a que la Región ha podido hacer uso de su autonomía y asumió su gestión hace seis años.

Así, recordó que, desde entonces, el Gobierno regional ha multiplicado por dos el dinero que se destina a la educación, en la que se invierten cada día cuatro millones de euros. Dicho de otra manera: la inversión anual por alumno en Castilla-La Mancha asciende a 4.117 euros.

Según Barreda, con esta inversión, que no gasto, especificó, se ha ampliado la red de centros, se sigue incrementando la plantilla de docentes y se están construyendo colegios como el que hoy ha inaugurado en Alhambra, un centro que, según le dijeron los profesores, es “una maravilla”.

La construcción de estas infraestructuras pone de manifiesto, a juicio de Barreda, la enorme transformación que se está produciendo en nuestros pueblos, ya que, según recordó “su generación carecía de posibilidades tan buenas como salas de Internet, clases de inglés o pabellones cubiertos para las clases de educación física”.

En su intervención, el jefe del Ejecutivo castellano-manchego, se sumó también a las palabras de homenaje que el alcalde, Ramón Gigante, tuvo hacia los maestros porque “trabajan con lo más valioso que tenemos, los niños y jóvenes que serán los dirigentes del futuro”, subrayó.

Por su parte, el alcalde de Alambra, Ramón Gigante, reconoció que era un honor para la localidad que el presidente Barreda inaugurara el Colegio Público 'Nuestra Señora de Fátima' lo que demuestra que, “la educación para el Gobierno que usted preside es una de las principales preocupaciones. Le agradecemos que haya venido a inaugurar este edificio. Y el afán que pone en que la enseñanza en los pueblos más remotos mejore día a día”, aseveró.

La directora del Colegio Público ‘Nuestra Señora de Fátima’, Antonia Rodríguez, pidió que se renueve el compromiso de seguir trabajando, “cada uno en el marco de sus competencias” para que la calidad de la enseñanza siga siendo una realidad.

Una inversión de 1.662.000 euros

El centro educativo inaugurado hoy en Alhambra sustituye al antiguo “Nuestra Señora de Fátima”, un edificio que estaba ya obsoleto, que carecía de espacio para servicios complementarios y no tenía apenas recreo. Este curso el centro cuenta con ciento cuatro alumnos

El nuevo colegio se ha levantado en la parte baja del casco urbano, junto al pabellón polideportivo, y dispone de dos aulas para Educación Infantil y de cinco para Primaria. Las clases de Infantil, la biblioteca, el comedor, la cocina y la zona de administración y servicios ocupan la planta baja del edificio, mientras que en los dos pisos superiores se encuentran las aulas para los alumnos de Primaria y una gran sala de usos múltiples. El Gobierno regional ha invertido en este centro 1.662.000 euros.

El presidente de Castilla-La Mancha viajó a Alhambra acompañado por el consejero de Educación y Ciencia, José Valverde, y por el delegado de la Junta de Comunidades en Ciudad Real, Santiago Moreno, que fue maestro en Alhambra durante dos cursos.

Antes de inaugurar el nuevo “Nuestra Señora de Fátima”, José María Barreda recorrió las calles del pueblo, visitó el museo arqueológico municipal y tuvo un momento para encaramarse al Mirador del Calvario para admirar el paisaje característico del Campo de Montiel.