* Acuerdo por el que se declara Bien de Interés Cultural, con categoría de Monumento, el inmueble correspondiente a la iglesia de Santa Leocadia, ubicada en Toledo.
* Acuerdo por el que se declara Bien de Interés Cultural, con categoría de Monumento, el inmueble correspondiente a la iglesia de Santa Leocadia, ubicada en Toledo.
La tradición toledana sostiene que la iglesia de Santa Leocadia está edificada sobre el solar de la casa donde nació la santa, a la que pertenecería una pequeña habitación subterránea, donde se afirma que oraba. Esta cueva corresponde a la cripta situada junto al pilar derecho del presbiterio y se cubre con una bovedilla de crucería en yeso, que puede fecharse en la primera mitad del siglo XVI.
En la torre y en la fachada de la iglesia se conservan, empotrados, algunos fragmentos de relieves de estilo visigótico.
La parroquia aparece citada en documentos desde mediados del siglo XII con la denominación de "Santa Leocadia de dentro de Toledo", para diferenciarla de otra iglesia, con la misma advocación, "junto al alcázar", edificada en el lugar donde la santa estuvo en prisión, y de la basílica extramuros, "de fuera" -actual Cristo de la Vega-, donde fue enterrada.
Tanto la actual iglesia como la torre responden, en sus partes más antiguas, al mudéjar toledano de fines del siglo XIII; lo que lleva a pensar que existió otra construcción anterior de la que no han quedado restos. Únicamente hay referencias para pensar que la disposición primitiva era la de un edificio aislado, separado del convento de Santo Domingo el Antiguo por una calle que fue suprimida, en tiempos de Alfonso X, al ampliar ese convento.
La parte mejor conservada de la construcción mudéjar es la torre, adosada al ábside del evangelio; lo que viene a confirmar que se levantó al mismo tiempo que la iglesia. Mantiene ese aire de alminar musulmán que caracteriza a las torres toledanas: cuerpo bajo cerrado, con aparejo de cajas de mampostería remodela también el ábside del evangelio, que se convierte en capilla privada, bajo la advocación de Santa Inés.
Es posible que en 1610 se construyera en la capilla la linterna; pues es contemporánea de la reforma de las naves que, entonces, dirigía Monegro, a quien pudiera atribuirse la traza.
La reforma que Monegro iba a realizar en el presbiterio implicaba la desaparición del ábside mudéjar, ya que consistía en levantar una nueva capilla de orden corintio, con pilastras adosadas de yeso y bóveda de cañón con lunetos; y aunque la bóveda de ladrillo se haría por debajo de la que entonces existía, se destruiría el viejo arco de entrada a la cabecera, quedando la capilla de fondo plano, y no semicircular como la antigua.
En 1800 sufrió una nueva remodelación, al gusto neoclásico.
La segunda actuación de Monegro afectó al cuerpo de la iglesia, reparándose la techumbre de madera y sustituyéndose los viejos pilares por columnas dóricas. En los años inmediatos se le incorporaron molduras de yesería y se le modificaron los arcos de medio punto.
Posiblemente, la obra se completó con una falsa bóveda; la cual se colocó por debajo de la armadura de madera mudéjar, según puede comprobarse en el alzado actual del edificio y confirman los restos de madera que todavía hoy se conservan ocultos bajo el tejado.