En nuestra región se registra una agresión sexual con penetración cada tres días. Es insoportable y la sociedad en su conjunto tiene que concienciarse de que no es de recibo de que el 50 por ciento de la población viva con miedo de sufrir una agresión sexual. El 92 por ciento de las mujeres que sufren violencia sexual fuera de la pareja no denuncia, y este es un dato que también nos tiene que hacer reflexionar. Muchas veces es el miedo, la vergüenza o el temor a no ser creídas, y muchas veces el miedo a las represalias del agresor porque son personas de su propio entorno. Son por desgracia estas cuestiones las que pesan sobre las víctimas para no poner una denuncia  estos son datos que nos tienen que hacer reflexionar. Por eso esta campaña es ahora más necesaria que nunca. No es solo comunicación, es sensibilización, es prevención y es política pública al servicio de una sociedad más segura, más consciente y más igualitaria. La violencia sexual no es un problema privado, es un problema público y social, y erradicarla depende de todas pero especialmente, también, de todos.