El consejero ha explicado que en la reunión hoy en el Ministerio de Agricultura con las comunidades autónomas para la puesta en común de la información y medidas en relación con la lengua azul, “tenemos claro un objetivo y es la obligatoriedad de la imposición de vacunas a la cabaña ganadera, puesto que es el único medio de proteger a los animales de esa enfermedad, que causa bajas importantes por muerte, por pérdidas de producción, incluso por abortos en las ovejas”. La vacuna tiene sus consecuencias, pero “siempre serán menos que los efectos del padecimiento de la propia enfermedad”. “Creo que es obligatorio que se atienda de manera eficiente, no solo por parte de la Administración, sino también por parte del sector” entender que la vacuna es su único medio de protección, además de los elementos que pueden ayudar a paliar los efectos de la enfermedad”. Es muy necesario, ha dicho, que los laboratorios se impliquen con el sector y que trabajen en la conformación de una vacuna polivalente “para ofrecer una alternativa real y fácil de aplicación a nuestros ganaderos. Es la medida que trasladaremos y esperemos que entre todos seamos capaces de afrontar el reto de conseguir mantener a raya una enfermedad que causa daños estragos por la pérdida de rentabilidad de nuestros ganaderos y que nos preocupa también seriamente”.