El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez Lizán, ha indicado que “en Castilla-La Mancha se está vendiendo el vino a buen ritmo y eso supone trabajar concienzudamente, adaptándonos a las necesidades que los consumidores están demandando en su hábito diario de consumo”. Para ello, se han restructurado 90.400 hectáreas de viñedo desde el 2015, con una inversión de 332 millones de euros; de ellas 900 hectáreas han sido en Tomelloso, con 3,9 millones de euros de ayuda a los viticultores de esta localidad. “Eso ya de por sí pone de manifiesto el interés de los viticultores, pero también el trabajo de las bodegas y cooperativas en esa modernización constante, con apoyo de la Administración, para producir unos vinos de grandísima calidad”.