Las excavaciones realizadas en el yacimiento arqueológico de "El Cerro del Castillo" de Lezuza (Albacete) han puesto al descubierto una interesante estructura defensiva que protegía el acceso norte a la ciudad, así como una serie de dependencias anexas de carácter artesanal y comercial, lo que permite a los expertos plantear interesantes cuestiones respecto a la fase media y final de la cultura ibérica y los inicios de la romanización en la zona.
Así se pone de relieve en el informe de la campaña arqueológica 1998, llevada a cabo entre los meses de julio y noviembre de ese año y en la que participaron alumnos universitarios junto a personal contratado dentro del programa de colaboración suscrito por la Consejería de Educación y Cultura y el INEM.
"El Cerro del Castillo" de Lezuza, es un yacimiento arqueológico en el que se ubicó la ciudad romana de Libisosa. Se eleva en la curva que describe el río Lezuza a su paso por dicha población, comprendiendo un cerro cónico de suaves laderas.
Desde el punto de vista histórico presenta las siguientes fases de poblamiento:
- Una ibérica, determinada por el hallazgo de cerámicas de esta época al menos desde el siglo III a. de C., aunque posiblemente el asentamiento fuese anterior.
- Una romana, correspondiente a la colonia Libisosa Forum Augustana.
- Una medieval de la que quedan en pie restos del antiguo castillo. A principios del siglo XV la población estaba en el valle, pero la insalubridad del lugar motivó la petición de traslado al cerro en 1411. El castillo aún estaba en pie a finales de ese siglo.
Su situación estratégica, en la entrada del Campo de Montiel y en una de las vías naturales de comunicación entre Levante y la Alta Andalucía, motivó su constante en el poblamiento.