“La gestión del agua no debe comportar nunca, y habría que asumir ese principio, que el agua se gestione en unos territorios a costa de la dificultad de gestionarlo en los territorios vecinos. En realidad, hay una gran falsedad cuando se habla de excedentes. Cuando se habla de excedentes es muy difícil encontrar que realmente existan excedentes. Nadie está dispuesto a reconocer los excedentes, por consiguiente, de lo que hay que hablar es de que se establezca un criterio de que cuando se comparte el agua o cuando se gestiona, sabiendo que no respeta fronteras, se tiene que hacer siempre sin perjuicio de los vecinos, siempre sin perjuicio”, ha indicado el presidente de Castilla-La Mancha, quien ha añadido que, “se dan casos como los que se están dando en España, en el que la sobredimensión de gasto de agua para regadío ha comportado que las zonas de donde procedía el agua a través de trasvases no ha permitido ni siquiera el consumo de la población, teniendo que abastecer a pueblos con abastecimiento de cisternas”.