En la feria, la más importante dentro del panorama internacional, participan 13 empresas de Castilla-La Mancha procedentes de las provincias de Toledo y Albacete.
El presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, ha visitado hoy en la ciudad alemana de Düsseldorf, junto a empresarios castellano-manchegos, las instalaciones del Salón Internacional del Calzado que se celebra hasta el próximo 22 de septiembre.
Se trata de una feria exclusivamente orientada a profesionales del sector que cuenta con una superficie expositora de más de 88.000 metros cuadrados, en los que se ubicarán 1.709 expositores. Una cita que se celebra cada seis meses, coincidiendo con las temporadas de primavera-verano y otoño-invierno, y que representa el certamen más importante dentro del panorama internacional.
Son ya 94 ediciones las que cumple una feria en la que estarán presentes 13 empresas de la región de un sector que concentra la producción de calzado en las provincias de Toledo y Albacete.
El Gobierno de Castilla-La Mancha viene apostando por la presencia ferial de las empresas de la región como fórmula para mejorar la comercialización e internacionalización del tejido empresarial y potenciar así su competitividad en mercados nacionales e internacionales.
Durante el año 2001 y hasta el primer semestre de 2002, el Gobierno regional aprobó 269 expedientes de asistencia a ferias, por importe cercano a los 3 millones de euros (casi 500 millones de pesetas), dentro del Decreto de Competitividad e Incentivos a la Inversión Empresarial.
Castilla-La Mancha es la segunda comunidad autónoma en la producción de calzado en nuestro país después de la Comunidad Valenciana, generando un volumen de negocio anual de 336, 3 millones de euros (cerca de 56.000 millones de pesetas), lo que representa casi el 11% del volumen de negocio de todo el país.
El sector cuenta con 275 empresas y más de 5.000 trabajadores que producen cerca de 20.000 pares de calzado, lo que supone el 9,5% del total nacional, según los datos del Anuario de la Piel 2001.
Se trata, junto a la madera, de uno de los sectores estratégicos de la región y son los de mayor peso dentro de la economía castellano-manchega.
Por otro lado, Castilla-La Mancha es la segunda región exportadora de calzado. El pasado año 2001 el volumen de comercio exterior supuso un negocio de más de 116 millones de euros (19.000 millones de pesetas).
Los principales mercados receptores de calzado fabricado en Castilla-La Mancha son Estados Unidos, Francia y Mónaco, aunque exporta también a otros países europeos, al continente africano (Nigeria) y a Arabia Saudita.