La consejera de Administraciones Públicas, María del Carmen Valmorisco, pidió hoy al nuevo delegado de la Junta en Cuenca, Juan Manuel Ávila Francés, que trabaje siempre por el bienestar de los ciudadanos, y ahora lo haga como si no tuviera el límite electoral del próximo 25 de mayo, "porque el compromiso por esta región no empieza ni termina en esta fecha".

Valmorisco resaltó que el Gobierno regional está preocupado por gestionar y resolver los asuntos de Castilla-La Mancha y que los candidatos tendrán que pasar esta prueba electoral, que está en la mente de todos, pero se trabaja sin límites en el calendario, porque una región construye con el empuje diario de toda una sociedad.

La consejera, que presidió hoy en la capital el acto de toma de posesión del nuevo delegado de la Junta en la provincia de Cuenca, dijo que ser cargo público es pensar todo el día cómo mejorar la vida de los ciudadanos y se mostró confiada en el éxito de Ávila, porque le avala la experiencia de ser delegado provincial de Bienestar Social durante los dos últimos años.

La titular de Administraciones Públicas tuvo palabras de agradecimiento para quien hasta ahora asumía este cargo, José Luis Martínez Guijarro, tanto por su esfuerzo diario como representante del Gobierno regional como por la capacidad de trabajo que ha demostrado en su gestión, además de resaltar, sobre todo, su talante en el día a día.

Integrado en el Gobierno

Por su parte, el nuevo delegado indicó que con este traspaso refuerza, si cabe más, el compromiso que en su día adquirió como miembro del Ejecutivo regional en el área de Bienestar Social y aseguró entender la actividad política como vocación de servicio a los ciudadanos.

Ávila señaló, además, sentirse totalmente integrado en un gobierno que ha hecho su bandera de la cercanía y el compromiso con los más necesitados. Igualmente, dijo que su vuelta a Cuenca, tras haber tenido que estudiar y arrancar su experiencia laboral fuera, espera interpretarla como un símbolo de progreso para que los conquenses que quieran puedan volver a trabajar por Cuenca.

Ávila tiene 35 años, es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Autónoma de Madrid y diplomado en Derecho Urbanístico.

Entre sus trabajos, destaca su paso por la institución del Defensor del Pueblo, entre 1993 y 2001, momento en que vino a la Delegación Provincial de Bienestar Social de Cuenca, desde donde llega a este puesto.