El consejero de Sanidad, Roberto Sabrido, que participó hoy en Madrid en un foro sobre reproducción humana asistida, informó que en los últimos cinco años se han triplicado los tratamientos de fertilidad en Castilla-La Mancha.
Castilla-La Mancha tiene, en la actualidad, una espera media de seis meses en tratamientos de fertilidad, una demora muy inferior a la media nacional, que según un informe reciente del Defensor del Pueblo es de dos años, e incluso de tres en algunas regiones.
Este dato fue uno de los aportados por el consejero de Sanidad, Roberto Sabrido, durante su intervención hoy en Madrid en el acto de inauguración de un foro sobre reproducción humana asistida, organizado por el Instituto Europeo y Bienestar Social, y en el que participó también el Defensor del Pueblo, Enrique Múgica.
Cuando recibimos las transferencias, los pacientes debían esperar tres o cuatro años para ser atendidos en las unidades de fecundación in vitro ubicadas en los hospitales públicos de Toledo y Albacete, las únicas que existían en la región, pero con el concierto que hemos suscrito en 2005 con los nuevos centros privados de reproducción asistida en Ciudad Real y Guadalajara la espera media ha bajado a los seis meses en la región y la tendencia es que continúe reduciéndose, porque estamos potenciando las unidades de Toledo y Albacete, recalcó Sabrido.
Según el consejero, la ampliación de la oferta ha motivado un incremento notable de los tratamientos iniciados en Castilla-La Mancha, triplicándose en los últimos cinco años, pasando de los más de 500 en 2001 a los 1.654 realizados el año pasado entre inseminaciones, ciclos de fecundación in vitro y transferencias congelados.
Hemos reducido la lista de espera pero también hemos aumentado de manera notable los procedimientos de fecundación asistida, recalcó el responsable de la sanidad regional.
Así, en la actualidad, el catálogo de prestaciones que ofrece el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha incluye inseminaciones de la pareja de la paciente y donante; fecundación in vitro convencional y con microinyección espermática, tres por paciente y siempre que sea menor de 40 años y un único ciclo cuando la pareja ya tiene un hijo sano; aspirado testicular y biopsia testicular, lavado seminal en casos de pareja cuyo miembro masculino padezca VHB, VHC y VIH, teniendo en cuenta los protocolos y consentimientos informados y el diagnóstico genético preimplantacional.
En su intervención, Sabrido recordó que Castilla-La Mancha fue una de las primeras comunidades autónomas en constituir una Comisión Regional de Seguimiento de la fecundación in vitro y técnicas relacionadas en 2003, con destacados ginecólogos, genetistas y biólogos.
Por último, recalcó que desde las transferencias también se ha mejorado la accesibilidad a estos tratamientos, tanto con un incremento sustancial de la plantilla de ginecólogos, 49 más en los últimos cinco años, genetistas o biólogos, así como en Atención Primaria.
Todo ello, ha permitido detectar con mayor rapidez problemas de esterilidad e infertilidad y que más pacientes puedan acceder con mayor facilidad y con un diagnóstico más efectivo a un mayor número de técnicas y procedimientos de reproducción asistida, añadió el consejero.