Artículo de opinión de la consejera de Educación, Ciencia y Cultura, María Ángeles García, con motivo del inicio del curso en la Universidad de Castilla-La Mancha
Hoy 6 de septiembre está previsto el inicio oficial de las actividades docentes en la Universidad de Castilla-La Mancha del curso 2010-2011. Un inicio de curso en el que coinciden dos circunstancias especiales: se cumplen 25 años del inicio del primer curso académico de la universidad regional y se inicia el primer curso con toda la oferta de grado adecuada al Espacio Europeo de Educación Superior.
25 años de historia paralela de universidad y de comunidad autónoma; 25 años desde que el entonces consejero de Educación y Cultura, José María Barreda, completara el primer encargo que el presidente Bono le hiciera, crear una universidad para Castilla-La Mancha. Una apuesta estratégica que nos ha permitido desarrollarnos como región en ámbitos del conocimiento en los que era impensable que lo pudiéramos hacer. Una apuesta que ha posibilitado que hijos o nietos de personas analfabetas sean hoy titulados universitarios. Una apuesta que permite que aquí haya centros de investigación y que empresas de alta tecnología identifiquen Castilla-La Mancha como un lugar con los medios humanos y científicos adecuados para su instalación.
25 años que han servido para la formación de más de 45.000 profesionales de la docencia, de la salud, de las ingenierías, del derecho, de la economía, de las humanidades, de las ciencias,… En definitiva, de un conjunto de personas imprescindibles para nuestro crecimiento como sociedad y con capacidad para mejorar las condiciones de vida del conjunto de ciudadanos. Con ellos más de 1.200 doctores, soporte de la creación de conocimiento, de la investigación, del desarrollo de nuevas empresas y mejora de las capacidades y la competitividad de las existentes.
Pero este curso comienza también inmerso en el Espacio Europeo de Educación Superior, con 45 titulaciones de grado adaptadas en lo que hemos venido en denominar “el plan Bolonia”. Para hacer posible este hecho muchos universitarios, profesores y estudiantes, y la dirección de la Universidad de Castilla-La Mancha, han realizado un gran trabajo que merece ser reconocido y valorado muy positivamente.
Es éste un momento al que se ha llegado tras un recorrido que se inicia en junio de 1999 con la Declaración Bolonia y que tuvo su definitivo pistoletazo de salida en octubre de 2007 con la publicación del Real Decreto 1393/2007 que establece la ordenación de las enseñanzas universitarias; este Real Decreto permitió iniciar el trabajo que ha culminado en septiembre de 2010 con las puesta en marcha de 45 titulaciones de grado en la Universidad de Castilla-La Mancha.
Hay un entramado legislativo, básico y regional, que ha orientado el recorrido que someramente se describe a continuación. El artículo 8 de la Ley Orgánica de Universidades establece que la implantación de las enseñanzas serán acordadas por la Comunidad Autónoma, bien por propia iniciativa, con el acuerdo del Consejo de Gobierno de la universidad, bien por iniciativa de la universidad mediante propuesta del Consejo de Gobierno, en ambos casos con informe previo favorable del Consejo social. Con este fundamento el Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha solicitó el 1 de abril de 2008 a la Universidad de Castilla-La Mancha la puesta en marcha de nuevas titulaciones, 5 de las cuales están comenzando estos días.
El artículo 35 de la Ley Orgánica de Universidades indica que para impartir enseñanzas oficiales y expedir los correspondientes títulos oficiales las universidades deberán poseer la autorización pertinente de la Comunidad Autónoma, hecho que se acaba de producirse en el último Consejo de Gobierno del pasado día 30 de agosto y que ha sido publicado en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha el viernes 3 de septiembre.
En este tiempo desde 2007, muy protagonizado por el trabajo interno sobre los planes de estudio en la universidad, el Gobierno regional ha desarrollado sus competencias para animar, propiciar y facilitar la adecuación de las titulaciones a través de diversas actuaciones.
La ambiciosa ampliación de oferta universitaria solicitada por el Gobierno de Castilla-La Mancha, ha permitido de momento comenzar este septiembre la actividad de las facultades de Medicina en Ciudad Real, Farmacia en Albacete, Periodismo en Cuenca y Enfermería en Talavera de la Reina, junto con la Escuela de Arquitectura y el grado en Bioquímica en Toledo. Este incremento de la oferta formativa es único en España y está respaldado con la evolución de los presupuestos universitarios de los últimos años y con los compromisos de financiación de infraestructuras recientemente anunciados, tanto en la Universidad de Castilla-La Mancha como en el campus de Guadalajara de la Universidad de Alcalá.
La adecuación al Espacio Europeo de Educación Suprior no ha estado exenta de debate. El curso 2008-2009 fue un tiempo de agitación, de discusión, de demandas y de críticas. Desde el Gobierno regional en ese momento se elaboró y difundió información sobre las características del proceso de Bolonia, se produjeron presencias de varios de sus miembros en mesas de debate, en reuniones con familias o estudiantes universitarios y de Bachillerato, y se creó un espacio web para la información. Una actividad que las universidades también realizaron con mayor o menor intensidad, y que procuró la información necesaria para que el conjunto de la ciudadanía entendiera que estábamos ante una necesaria reforma del sistema universitario y que generaba importantes ventajas a los estudiantes, garantizando al tiempo la naturaleza pública del sistema universitario.
El Gobierno de Castilla-La Mancha elaboró su propia normativa. El Decreto 13/2009, de 20 de febrero por el que se determina el procedimiento para la autorización de implantación y puesta en funcionamiento de las enseñanzas universitarios oficiales en la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha, ha sido aplicable a la modificación, adaptación o nueva configuración de las titulaciones de Grado, Máster y Doctorado.
Con este Decreto el Gobierno se ha dotado del instrumento necesario para valorar la demanda social, la viabilidad académica, la viabilidad económica, la vinculación con el desarrollo regional y la conexión con el conjunto del sistema educativo; valoración que ha sido determinante a lo hora de autorizar la implantación y puesta en marcha de estos 45 títulos de grado, que permiten comenzar el curso 2010-2011 con todas las titulaciones de grado adaptadas a Bolonia.
Ha sido un trabajo colectivo que sitúa a la universidad regional en unas condiciones excelentes para garantizar una formación de primer orden a un número de estudiantes superior a 26.000; y que tiene garantizada la financiación para gasto corriente e infraestructura, y las plantillas de personal docente y de administración y servicios.
Una oferta formativa ampliada, respecto a la existente en el momento de inicio de la adecuación de los planes de estudio, con dos titulaciones de fuerte demanda de estudiantes y de profesionales, Medicina y Enfermería, y otras de nueva planta en Castilla-La Mancha: Periodismo, Arquitectura, Bioquímica y Farmacia. Titulaciones todas ellas en las que se ha producido una elevada demanda que, dicho sea sin vanidad, ratifica el acierto de la propuesta de ampliación.
Al tiempo estas titulaciones tienen una elevada incidencia en la investigación asociada a estas disciplinas. La investigación, lo indicaba anteriormente es otro de los elementos de la estrategia de futuro que empezó a desarrollarse hace 25 años con la puesta en marcha de la universidad.
Una sociedad que promueve un crecimiento basado en el conocimiento y que es al tiempo un crecimiento respetuoso con el medioambiente y un crecimiento integrador, que no deja al margen necesidades de las personas, es lo que Europa necesita, como indica la estrategia Europa 2020; y Castilla-La Mancha, como región de Europa, está comprometida con esta estrategia.
Las nuevas posibilidades de desarrollo científico y tecnológico que se configuran vienen a añadirse a las diseñadas en el periodo más reciente y que han contado con la capacidad de la Universidad de Castilla-La Mancha, la Universidad de Alcalá, otras universidades, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas o empresas de ámbito internacional y el impulso de sectores empresariales de Castilla-La Mancha.
Sin ánimo de ser exhaustiva les indico las instalaciones científicas y técnicas desarrolladas en los años de gobierno del presidente Barreda. Son instalaciones que implican todos los territorios, una amplia temática, de carácter básico y de carácter aplicado,… en fin una infraestructura con capacidad para afrontar el futuro con garantías.
Los nuevos centros tecnológicos del Asfalto, el Metal, en la provincia de Ciudad Real y el de Biocombustibles, de inmediata constitución, en Cuenca. El nuevo Parque Científico-Tecnológico de Guadalajara y la consolidación del de Albacete. La instalación científico técnica singular, Centro Nacional del Hidrógeno, el referente mundial de la energía fotovoltaica de concentración, ISFOC, en Puertollano; el Centro de investigación de atmósfera y clima, junto con el Centro de investigación del fuego y el Instituto meteorológico de Castilla-La Mancha constituyen, en Toledo, nuestra aproximación a soluciones ante el cambio climático. El centro de innovación de infraestructuras inteligentes junto con Ferrovial y la actividad con Eurocopter a través de los Parques Científico-Tecnológicos de Guadalajara y Albacete, respectivamente, constituyen un modelo de vanguardia en la relación público-privada en I+D.
Este esfuerzo colectivo está haciendo que Castilla-La Mancha lidere el crecimiento nacional del gasto en investigación y desarrollo en 2007 y 2008. Las cifras de 2009 que se conocerán en un par de meses, confío en que permitirán refrendar esta dinámica de crecimiento.
El esfuerzo de esta región, de sus gentes, la confianza depositada por muchos, la crítica constructiva, la dedicación de los universitarios y el apoyo constante del gobierno de Castilla-La Mancha han hecho realidad una universidad, esto es capacidad de formación, de generación y transferencia de conocimiento, soñada por muchos hace 25 años. Una universidad que, inmersa en el Espacio Europeo de Educación Superior, ha de seguir propiciando, a través de su trabajo constante, los avances que permitan afrontar con éxito los retos del futuro y la mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos.



