El presidente de Castilla-La Mancha ha insistido en que “yo no estoy hablando de que las reducciones fiscales que hagan algunas comunidades vecinas, vaya en detrimento de la financiación del resto de las autonomías; porque no; es en detrimento de la suya propia. Por tanto, no se lo quitan a los demás; pero sí compiten a la hora de la captación de los domicilios fiscales, de manera que, al menos en esas zonas tendría que haber como cinco veces más inspectores fiscales”. Y ha sugerido que el Estado “en donde más empresas vayan a pagar menos impuestos, se multiplique por tres los inspectores fiscales en vez de cebarse en aquellos que se quedan a cumplir con su tierra la deuda fiscal”.